sábado, 24 de marzo de 2012

Próxima parada: Hué, La ciudad Imperial.

En la mañana que partíamos rumbo, primero al aeropuerto de Ho Chi Min, para enlazar allí mismo, vuelo hasta el de Hué, la tormenta tropical que acaecía era de órdago.

Así como anoche, antes de retirarnos a dormir, pensando en si habríamos hecho bien marchándonos de la paradisiaca isla tan pronto, motivado, claro está, por la maravillosa puesta de sol que habíamos vivido y que rápidamente hizo que se nos olvidaran las "mojadas" que alcanzamos durante esos días, con la tormenta que estaba cayendo hoy, retomamos el pensamiento de que habíamos acertado de lleno en irnos ya.

Tal era la lluvia, que con mucho miedo a que nos cerraran el aeropuerto, tomamos el taxi desde el resort. Sorprendentemente y con gran alivio después de un rato de tensión, sin demora alguna, nos embarcaron en el pequeño avión de hélices que sin mayores problemas, despegó rumbo a Ho Chi Min

Recolector de hierbas en el río Perfume.

Después de la hora que dura el vuelo desde la isla de Phu Quoc hasta Ho Chi Min, retomamos la preocupación por el tema del clima, ya que nos encontramos el aeropuerto en una situación un poco caótica.
Se estaban suspendiendo vuelos a las zonas interiores del país, ya que la fuerte tormenta que habíamos descubierto por Internet, situada sobre Las Filipinas, se había desplazado hasta, que casualidad, el centro de Vietnam.
Nuestro vuelo, tenía una hora de retraso, y para no angustiarnos mucho, salimos del aeropuerto en busca de un restaurante donde almorzar, donde viviríamos otra de esas curiosas situaciones típicas para nosotros los extranjeros aquí en Asia.
Pedimos algo que creímos reconocer en la carta, pensando en que sería bistec de ternera, y nos aparecieron con una fondee de agua hirviendo, algo de carne picadita, hierbas, papel de arroz en un plato...después de un rato de oír Marijose reírse de mi, llamé a la camarera y con gestos le dí a entender que no sabía como comer aquello. La joven camarera, bromeando con la situación, nos explicó brevemente, como tendríamos que hacer para comer aquello. La cara y las "sonrisitas socarronas" de los comensales más próximos a nosotros, fueron más que suficientes para que nos tomásemos la tensión por la incertidumbre de qué pasaría con nuestro vuelo, de una manera más relajada y amena.
De la comida, decir, que a pesar que era carne, sabía exactamente igual al pescado que comimos días atrás en el Delta del Mekong.

Mujer recolectando caracoles en un canal del río Perfume.

De vuelta a la sala de espera, después de unos cuantos cambios de puerta que nos volvieron un poco más locos a los pasajeros, por fin conseguimos embarcar y despegar hasta nuestra próxima parada.

Esta vez, el vuelo duró un poco más de hora y media, y nos lo pasamos haciendo cábalas acerca de la posible situación atmosférica que nos íbamos a encontrar, y sobre todo oteando nuestra guía, buscando una zona céntrica, por donde buscar alojamiento.

En la misma salida del aeropuerto, conseguimos un bus de línea que por un precio irrisorio, nos llevaría hasta el mismo centro de Hué.
Un pasajero, buen samaritano, posiblemente un hombre de negocios vietnamita, que nos vio buscando hoteles en nuestra guía, nos preguntó si ya teníamos hotel. Al contestarle negativamente, nos indicó el nombre del suyo, y se refirió a él como bueno, bonito y barato...ok, le hicimos caso y nos bajamos con él y lo seguimos hasta su hotel.

El hotel, en medio de la típica ciudad caótica de toda Asia, no estaba mal del todo. Modesto, sin lujos, con una habitación vieja pero muy espaciosa y por lo menos, estaba limpio, no como nuestro último alojamiento en la isla de Phu Quoc, y sobre todo barato, 10 Dólares la noche ( unos 7,5€ ).

Desde el puente que atraviesa el río Perfume.

Después de una reparadora ducha, salimos como siempre, ya anocheciendo, a darnos la primera aproximación por la nueva ciudad en nuestro camino.
El clima estaba amenazante, pero sin lluvia, lo que nos permitió dar un buen paseo de exploración por la cuadra principal de calles situada en la orilla opuesta del río Perfume, a la que se haya el Recinto Imperial, que en la mañana del siguiente día, sería objeto de nuestro primer punto de visita turística.

Localizamos varios de los cafés nombrados en la guía, buscando algo que cenar, pero muchos de ellos, ya no servían comidas, se habían quedado en simples agencias de viajes para turistas mochileros, un ejemplo, el Sihn Café.
Al final, conseguimos un garito cutre, donde cenamos bastante bien. Nos dimos cuenta de que también estaba nombrado en la guia, ya que de repente, comenzaron a llegar algunos extranjeros, con su guía en mano. Casi todos, los más hippies no, al ver el sitio se largaban, suponemos que esperarían algo más ya que estaba tan bien puntuado en una guía de viajes. Ellos se lo perdieron, pues las apariencias aquí poco importan, nosotros somos testigos de haber comido muchísimo peor en sitios con mejor aspecto que éste.
El local se llamaba algo así como Hermanas Coco y Minh.

Conductor de Cyclo transportando una cliente en la ciudad de Hué.

Según acabábamos la cena, comenzó a caer una fina lluvia. El polvo del ambiente, junto con el terrible calor húmedo, se dejó sentir nuevamente.
Decidimos proseguir paseando un rato más, y cruzamos el puente que atraviesa el río, pero la lluvia apretó, por lo que decidimos refugiarnos en un enorme y moderno centro comercial que nos encontramos allí mismo.
Nos resultó chocante, pues se suponía que estábamos en una zona turística, pero la gente "flipaba" con nuestra pinta de "guiris", acercando a sus hijos más pequeños para que hablasen con nosotros.
Los niños se ruborizaban, y al final, eran los propios padres los que intentaban entablar conversaciones muy básicas, para mayor vergüenza de sus hijos:

- ¿de dónde eres?, ¿cómo te llamas?, ¿te gusta Vietnam? -.

Fue muy bonito y divertido, pero al final, ya nos paraban hasta los "seguritas" para fotografiarse junto a nosotros dos...

Cyclo taxi en la ciudad de Hué.

Al salir del centro comercial, la lluvia no cesaba, por lo que decidimos, chubasqueros puestos, retirarnos al hotel a descansar para mañana comenzar la jornada temprano, si el clima lo permitiese....

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